La antigua medina de Kairouan es una de las mejor conservadas y más auténticas de Túnez. Nos perdemos en sus callejones, sucumbimos a los dulces locales, especialmente el makroudh segni, la especialidad de la ciudad, regateamos en el zoco y descubrimos sus tesoros, como el misterioso pozo Bir Barrouta y la pequeña mezquita de las Tres Puertas, sin olvidar la espléndida casa del bey.
El conjunto histórico de Kairouan, con su parte central y sus suburbios, ha preservado, sin alteración, su tejido urbano con su morfología y sus componentes arquitectónicos y constructivos. Todos estos elementos transmiten el valor universal de este lugar y contribuyen a su integridad.
La antigua medina de Kairouan es una ciudad en el centro de Túnez y la capital de la gobernación del mismo nombre. Se encuentra a 150 kilómetros al suroeste de Túnez y a cincuenta kilómetros al oeste de Susa. Con una población de 139.070 en 2014, a menudo se la menciona como la cuarta ciudad más sagrada del Islam y la primera ciudad santa del Magreb.
La primera ciudad árabe en África del Norte, fue un importante centro islámico en el norte de África musulmán, Ifriqiya, hasta el siglo XI. Con su medina y sus mercados organizados por gremios de estilo oriental, sus mezquitas y otros edificios religiosos, Kairouan ha sido incluida en la lista de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde 1988. En 2009, fue proclamada capital de la cultura islámica por la Organización Islámica para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
La ciudad también es famosa por sus alfombras de lana hechas a mano y sus dulces, entre ellos los makrouds.