El oasis de Ksar Ghilane está situado en el límite oriental del Gran Erg Oriental, en el Gran Sur de Túnez, considerado el más meridional de los oasis tunecinos y una de las puertas de entrada al desierto del Sahara tunecino. Este oasis se alimenta de una fuente termal que tendría propiedades termales, en la que te puedes bañar.

Ksar Ghilane ha sido durante mucho tiempo de difícil acceso: ahora está conectado por una carretera asfaltada a Douz (80 kilómetros al norte) o Matmata, que se puede utilizar en vehículos todoterreno o coches privados o de alquiler. Sirve de refugio a unas cincuenta familias nómadas que viven de la explotación de palmeras datileras, la cría de cabras y ovejas y una actividad turística cada vez más importante. Se ofrecen varias actividades: paseos en quad, en moto, a caballo o en camello.

Durante su visita, podrá disfrutar de los paisajes arenosos, al tiempo que se beneficia del frescor relativo del oasis y de la comodidad de bañarse en una fuente termal.

Turismo

Para alojarse en la región, existen tres campamentos con tiendas bereberes y un hotel de lujo con unas sesenta tiendas climatizadas, una casa de huéspedes y un rancho con habitaciones privadas que permiten pasar la noche allí. Además de los campamentos, hay algunos cafés y un restaurante alrededor de la fuente.

Como su nombre indica (ksar es una palabra árabe que significa «castillo»), alberga un fuerte que data de la época romana, Tisavar, situado en el limes que bordea el desierto.

El gobierno tunecino propuso el 17 de febrero de 2012 su futura clasificación en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO. Un kilómetro al este se alza una estela, la columna del general Leclerc, que da testimonio del paso de su ejército en 1943 durante la batalla de Ksar Ghilane, con la siguiente inscripción: “Aquí, del 23 de febrero al 10 de marzo de 1943, el general Leclerc y la Fuerza L, procedentes del Chad, apoyaron victoriosamente el asalto de las fuerzas enemigas, infligiéndoles graves pérdidas”. ¡Gran Sur!