Aldea bereber de Zraoua
La aldea bereber de Zraoua, «La vieja Zraoua», una de las aldeas amazigh cuya construcción data de hace cientos de años, vibró el domingo 28 de abril al ritmo de una vasta operación de concienciación organizada por la sociedad civil de la región.
La aldea, erigida por sus habitantes fundadores en una alta meseta de las montañas de Matmata (gobernación de Gabés), no muy lejos de las aldeas bereberes de Taoujout y Tamazerat, experimentó una gran movilización de su población, de todas las categorías, para resaltar su aldea, previamente elegida por veteranos de la imagen extranjera.
Según el activista Ahmed Mahrouq, esta operación forma parte de los esfuerzos realizados por la población para promover su región y atraer la atención de las autoridades competentes, ya que esta región del sur ha sido uno de los lugares apreciados por los protagonistas del cine.
Algunos lugareños creen que con un poco más de interés, «Zraoua» podría convertirse en una aldea cinematográfica por excelencia, especialmente porque la zona ha permanecido virgen y ofrece un producto rico que no requiere mucho decorado.
La salida de los habitantes de la vieja Zraoua hacia su nueva aldea Zraoua, cerca de la llanura, desde finales de los años 70, ha dejado la aldea abandonada y sus viviendas amenazan con colapsar. Esta situación ha requerido algunos trabajos de mantenimiento para preservar sus componentes, pero los fondos asignados son insuficientes, dado el volumen de intervenciones necesarias.
La aldea amazigh «Echraoua» ha atraído la atención de muchos directores y productores de cine y ha sido un lugar privilegiado para filmar escenas de varias películas, incluidas «La sed negra» del director francés Jean-Jacques Annaud y el docuficción «El rito del hombre» del cineasta francés Jacques Malaterre.
En 2010, el director italiano Guido Chiesa rodó su película titulada «Let it be» en Matmata y particularmente en Zraoua. La película cuenta la historia de la Virgen María, pero de una manera antropológica.
Refiriéndose a este personaje, en una entrevista concedida a la agencia TAP en 2010, especificó que quería evocar las preguntas sobre la maternidad y las relaciones madre-hijo a través de la historia de una joven que vivía en Galilea hace 2000 años. Esta es también la razón por la que la elección de la escenografía se centró principalmente en el pueblo de Zraoua, cuyo entorno natural es muy similar a la tierra de Palestina en esa época.