La Kasbah de Bizerta, ubicada al norte del antiguo puerto, es una impresionante fortaleza que data del siglo XVII. Con dimensiones relativamente pequeñas, de aproximadamente 175 metros por 120 metros, esta fortificación cuenta con ocho torres y un paseo que ofrece vistas panorámicas del entorno. Su única entrada, situada en el lado oeste, es una angosta chicana arqueada, diseñada ingeniosamente para frenar cualquier intento de invasión.

Desde la Kasbah, los visitantes pueden disfrutar de unas vistas espectaculares de la ciudad de Bizerta, su puerto, el lago y el mar. La estructura original de esta fortaleza se remonta a la época de la ocupación bizantina, y su diseño rectangular está reforzado por torres en cada esquina, lo que le confiere un aire de solidez y resistencia. Al cruzar la entrada, se ingresa a un laberinto de estrechas calles flanqueadas por casas, creando un ambiente vibrante y lleno de vida.

En la base de la muralla noroeste, la plaza del mercado se llena de actividad con los gritos de los comerciantes, y los puestos desbordantes de productos ofrecen una sensación de un orden caótico, típico de los mercados tradicionales. Más allá de este bullicio, se encuentra el barrio andaluz, un refugio histórico donde los moriscos de España se establecieron en el siglo XVII, añadiendo un aire multicultural a la región.

Conectada por una muralla a la Kasbah, la silueta del Fuerte de España se alza majestuosamente sobre Bizerta, dominando la vista desde una colina situada a unos cuarenta metros sobre el nivel del mar. Este fuerte, construido en 1573 durante la dominación turca por el pachá de Argel, fue diseñado para resistir ataques de artillería, con trece lados que presentan ángulos entrantes, ofreciendo una defensa formidable.

Sin embargo, lejos de su propósito militar original, el Fuerte de España ha encontrado una nueva vida como teatro al aire libre. Hoy en día, alberga el Festival Internacional de Bizerta, un evento cultural que celebra la música, la danza y el cine, atrayendo a artistas y visitantes de diversas partes del mundo. La Kasbah de Bizerta, con su rica historia y vibrante cultura, es sin duda un destino imperdible para aquellos que deseen sumergirse en el patrimonio tunecino.