La Gran Mezquita de Kairouan
La Gran Mezquita de Kairouan, también llamada Mezquita de Oqba Ibn Nafi en memoria de su fundador Oqba Ibn Nafi, es una de las principales mezquitas de Túnez, situada en Kairouan. Históricamente, la primera metrópolis musulmana del Magreb, Kairouan, cuyo apogeo político e intelectual se produjo en el siglo IX, es reconocida como el centro espiritual y religioso de Túnez; a veces también se la considera la cuarta ciudad más sagrada del Islam.
Representando el edificio emblemático de la ciudad, su Gran Mezquita sigue siendo el santuario más antiguo y prestigioso del Occidente musulmán.
Apareciendo, desde el decreto beylical del 13 de marzo de 1912, en la lista de monumentos históricos y arqueológicos clasificados y protegidos en Túnez, también fue clasificada, junto con el conjunto histórico de Kairouan, como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1988.
Construida inicialmente por Oqba Ibn Nafi en 670 (correspondiente al año 50 de la Hégira), cuando se fundó la ciudad de Kairouan, fue ampliada y reconstruida en los siglos VIII y IX. Es considerada, en el Magreb, como la antecesora de todas las mezquitas de la región, así como uno de los monumentos islámicos más importantes y una obra maestra universal de la arquitectura.
Desde un punto de vista estético, la Gran Mezquita de Kairouan se considera el edificio más hermoso de la civilización musulmana en el Magreb. Su antigüedad y la calidad de su arquitectura la convierten en una joya del arte islámico. Muchos libros y manuales de arte musulmán hacen referencia a la mezquita.
Más allá de su importancia artística y arquitectónica, desempeñó, según el erudito y islamólogo tunecino Mohamed Talbi, un papel clave en la islamización de todo el Occidente musulmán, incluida España, y en la difusión del Malikismo.
Bajo el reinado de la dinastía aglabí (siglo IX), importantes obras de reconstrucción y embellecimiento dieron a la mezquita su aspecto actual. Notable por su unidad general y por sus vastas dimensiones, la fama y el prestigio de este lugar de oración también proviene de su contribución a la adquisición y transmisión del conocimiento, especialmente entre los siglos IX y XI. La universidad, compuesta por eruditos y juristas que imparten sus enseñanzas dentro de la mezquita, es un centro de formación tanto para la instrucción del pensamiento musulmán como para las ciencias seculares.