El templo del agua
El templo del agua está ubicado en Zaghouan, un pequeño pueblo en el norte de Túnez. Es la capital del gobernadorato del mismo nombre. Zaghouan, una región con cerámicas andaluzas y balcones colgantes, es uno de los destinos imperdibles para los visitantes. En 2014, la ciudad de Zaghouan tenía 20.798 habitantes.
A unos cincuenta kilómetros de Túnez, la ciudad se encuentra al pie de la ladera norte del ‘Djebel Zaghouan’. Esta montaña de 1295 metros de altura es ideal para actividades impresionantes: escalada, espeleología, barranquismo, ciclismo de montaña…
En primavera, la montaña florece a la perfección, emitiendo aromas maravillosos de tomillo y romero. Muchas variedades de orquídeas pueden sorprender a muchos de ustedes, con al menos 19 especies registradas. Zaghouan y el agua, una fascinante historia de más de 2000 años. En la carretera que la conecta con la capital, se pueden admirar los famosos arcos de Hnaya «los acueductos romanos». Estas gigantescas construcciones, ordenadas en la época del emperador romano Adriano, estaban destinadas a llevar agua desde las fuentes de la ciudad de Zaghouan hasta Cartago para abastecer las cisternas de Malga. Durante su visita a la provincia de África, el emperador romano lamentó la falta de baños públicos, elementos esenciales en la vida de cada romano. Así, sus arquitectos recibieron la orden de encontrar una forma de canalizar el agua de la fuente más cercana: Zaghouan.
Es imprescindible hacer una breve parada para visitar el Ninfeo o el Templo del Agua, que marca el lugar de la fuente. Este estanque semicircular de recolección, una fuente pública, estaba rodeado de doce nichos que albergaban las estatuas de las deidades protectoras: Neptuno, diosa de las aguas, y las Nereidas.
Región famosa por sus manantiales (aïns), Zaghouan atrae tanto a tunecinos como a turistas con sus hammams tradicionales o baños de agua caliente; un ritual de bienestar.
Los paisajes y la naturaleza de esta región agrícola son espléndidos y merecen una visita prolongada. No dude en visitar el centro de Zaghouan y buscar las numerosas fuentes. Aproveche para hacer una pausa en una pastelería y llévese algunos deliciosos ‘kaakwarka’.
En Zaghouan, puede encontrar varios lugares para pasar una estancia magnífica, con hermosas vistas naturales, buena gastronomía y hospitalidad acogedora. Hay varios hoteles excelentes y cómodos para elegir. Algunos de estos hoteles incluso organizan cacerías de jabalí.